Waed
Mi nombre es Waed. Soy de Siria.
Ese día estaba saliendo de casa para visitar a un vecino. Un francotirador me alcanzó.
Me rescataron y me llevaron hasta la casa de mi tío. Recibí medicación durante dos meses. Al principio me trataron con fisioterapia, pero la situación de inseguridad comenzó a empeorar. El fisioterapeuta faltó a algunas sesiones porque no podía llegar hasta donde yo estaba. Por eso me aconsejaron que me mudara a otra región más segura. Por eso vine a Jordania. Al principio solo mi madre y mi hermana vinieron conmigo. Después se nos unió el resto de la familia.
Al principio, aquí en Jordania, yo no salía de casa. El primer año mi estado psicológico era muy malo. Al principio el fisioterapeuta me visitaba en casa y después decidí ir a un centro de fisioterapia. Salir de casa para ir al centro de rehabilitación me ayudó mucho.
Mi fisioterapeuta me presentó a una persona que trabaja en el sector de la discapacidad.
Al principio él daba charlas en el centro y ofrecía ayuda psicológica. Después de un tiempo, comenzaron a gustarme mucho esas sesiones y reunirme con otras personas. Porque, como persona con discapacidad, siempre debes intentar hacer las cosas por ti mismo, no debes esperar que los demás satisfagan tus necesidades.
Me ofrecieron un trabajo a tiempo parcial como profesora de dibujo una hora a la semana. Después de aceptar ese trabajo decidí salir de casa sola. Eso me ayudó a reforzar la confianza en mí misma.
Recibí formación sobre igualdad y discapacidad y comencé a visitar a familias sirias que contaban con un miembro con discapacidad. Después de esa formación, comencé a ser consciente de nuestra causa y de cuáles son las herramientas que puedo usar para defenderla.
Empecé a visitar una serie de asociaciones y organizaciones para pedirles permiso para dar formación sobre discapacidad. Tras recibir la formación, su perspectiva cambiaba. Antes intentaban ver la discapacidad en la persona con discapacidad. Después de la formación, comenzaban a mirar otras cosas que provocan discapacidad en las personas. Visitamos 15 asociaciones. Documentamos la información en un manual. Entonces empezamos a entregar ese manual a personas con discapacidad para que supieran dónde ir y cómo encontrar servicios.
Por mi experiencia, sé que no importa cuántos consejos des a una persona con discapacidad o cuánta ayuda psicológica le ofrezcas. Esa persona no escuchará ni aceptará los consejos a menos que procedan de alguien con discapacidad.
