Sieng Sok Chann
Me llamo Sieng Sok Chann.
Fotógrafo: Paul Garrett, Camboya
Me llamo Sieng Sok Chann. Antes solía caminar como otras personas. Cuando tenía trece años de edad, Camboya seguía en guerra. Fue durante el Nuevo Año Khmer el 16 de abril de 1994. Llovía intensamente, y la gente creía que si disparaba al aire la lluvia pararía. Una bala me golpeó y me atravesó la espina dorsal. Me rompió el hueso en la espalda.
Me di cuenta de que era una mujer con una discapacidad, no podía cambiar nada. Mucha gente me dijo que la vida vivida de esta manera es sumamente vulnerable, ¿por qué no decidía morir? Me dijeron palabras como estas y me hicieron sentir muy mal. Creo que el mundo exterior no entiende realmente cuáles son las verdaderas dificultades para las mujeres con discapacidad como nosotras.
La mayoría de las mujeres con discapacidad se sienten avergonzadas de salir en público y nunca se integran en la vida social. Pero, en mi caso, decidí que olvidaría mi pasado y que debía asumir el compromiso de ser muy fuerte. Así que voy al mercado, participo en diferentes eventos y hago que mi vida cambie. Puedo practicar deporte; puedo hacer cualquier cosa con otras personas, así que estoy bastante feliz. A pesar de todo el dolor y decepción que he sufrido en el pasado, ahora he cambiado mi vida para ser mejor en el futuro. Asumí el compromiso de que ayudaría a otras mujeres con discapacidad, especialmente dando ejemplo de forma enérgica, asegurándome de que la gente no me menosprecie por el hecho de tener una discapacidad. No quiero que la gente me diga que mi espíritu está discapacitado, o que mi capacidad está restringida, quiero realmente demostrar al mundo que soy fuerte.
Un día espero formar una organización que ayude a mujeres con discapacidad que llevan vidas vulnerables como la mía, para ayudarlas a disfrutar de una vida mejor. Creo que las mujeres con discapacidad que tienen un trabajo que hacer y poseen una buena formación no se deprimen ni pierden la esperanza en su vida. Me gusta enseñar en la escuela de costura porque veo cómo mis conocimientos pueden servir para formar a personas con discapacidad, para que puedan llevar una vida sostenible y tengan un buen trabajo.
Sé cuáles son muchos de los problemas a los que han de hacer frente las mujeres con discapacidad: la discapacidad puede llevar a la pobreza porque no tienes ningún trabajo que hacer, puedes ser más vulnerable. La mayoría de las mujeres con discapacidad en mi área son madres solteras con un hijo. Todas ellas han sido abandonadas o nunca tuvieron un marido que cuidara de ellas, igual que yo.
Lo repito una y otra vez, a las mujeres con discapacidad les resulta verdaderamente difícil vivir. Por favor den la debida consideración a los problemas que conlleva la discapacidad .
Mi hijo se llama Sieng Lee, tiene 6 años y está en primero. Mi gran preocupación es su educación. Me preocupo verdaderamente de lo que ocurrirá en el futuro porque no tengo dinero. De mayor quiere ser médico.